JUDERÍA DE SEVILLA
La judería de Sevilla
es una de las más antiguas de España.
La judería
de Sevilla fue un barrio de la ciudad en
el que habitaron judíos desde su reconquista por
parte de Fernando III de Castilla en 1248 hasta su expulsión en virtud del Edicto de Granada dictado por los Reyes Católicos.
La
judería de Sevilla estaba separada del resto de la ciudad por un muro que
bajaba desde el comienzo de la calle Conde de Ibarra, pasando por la Plaza de
las Mercaderías hasta la muralla de la ciudad.
La aljama o antigua
judería de Sevilla abarcaba el sector comprendido entre el Alcázar y las
proximidades de la puerta de Carmona, es decir, los barrios correspondientes a
las parroquias de la Santa Cruz y de San Bartolomé. La judería se abría hacia
el exterior de la ciudad por la puerta
de la Carne, de la cual partía hacia el interior la calle
principal, que hoy toma los nombres sucesivos de Santa María la Blanca y San
José.
A la expulsión de los judíos en 1492, esta amplia extensión de
la ciudad adosada al Alcázar pasa a formar parte de la ciudad cristiana
Alfonso
X otorgó a los judíos tres sinagogas: la que hoy corresponde a la actual parroquia de Santa María la Blanca que
es la más fiel a su pasado; la que estaba ubicada en la Plaza de Santa Cruz que
en la actualidad no existe y la
que se transformó en la parroquia de San Bartolomé.
Gracias a los favores a la Corte, pudieron erigir otras
sinagogas como la del
Convento de la Madre de Dios, hoy Facultad de Medicina, la del Colegio Mayor y la de la
Alcoba, ubicada en las proximidades del jardín del Retiro.
Al barrio judío se accedía por diferentes puertas, la Puerta de la Carne a
la que los árabes llamaban Bab
Yahwar. Cerca de la Catedral, en la actual calle de Mesón del Moro había
otra puerta de acceso; la tercera puerta, la de San Nicolás, se encontraba al
comienzo de la calle San José.
La puerta
del Atambor junto al Alcázar era pequeña y se cerraba por
las tardes a los sones del tambor del cuerpo de la guardia. Esta puerta estaba
al comienzo de la calle Rodrigo Caro. Las tres puertas principales se cerraban
al toque del Angelus a
las 18 horas y se abrían a la mañana siguiente.
Patio en la Calle Ximénez de Enciso |
Muy bien Juanma!
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